martes, marzo 31, 2009

Post mortem auctoris

Los derechos de autor son buenos, ni duda cabe. Es bueno que si alguien de impresa manera vende la obra de un autor pague a ese autor un porcentaje por hacerlo. Es bueno que esos derechos pueda heredarlos a sus viudas y viudos, a sus huérfanos y huérfanas. Es bueno que el autor pueda negar la publicación de su obra. Los problemas comienzan, por una parte, cuando el autor muere y, por la otra, cuando quien reproduce la obra lo hace sin fines de lucro. Porque, entonces, las bondades del derecho de autor se tornan, muchas veces, burocracias, negocios, engaños y, en no pocos casos, maldades.

O francas tonterías. En casi todo el mundo los derechos de autor de una obra siguen vigentes entre 50 y 100 años post mortem auctoris, como dicen los abogados. Valga. El problema es que de la debida compensación se pasa al control. El problema de la digitalización hecha por Google sigue esta senda, pues es distinto pedir retribución por comerciar con una obra que prohibir que se reproduzca sin fines de lucro y, en el extremo, prohibir la publicación aunque medie pago.

Si alguien recibe dinero por reproducir la obra, que pague un porcentaje y, antes de hacerlo, pida autorización. La ley puede limitar el tiempo de control total de la obra, digamos, a 25 años post mortem auctoris. Es decir, por 25 años los herederos pueden decidir quién publica y quién no, dar exclusividad. Después de eses 25 años cualquiera puede editar con pago de regalías pero sin mediar autorización. A los 50 años post mortem auctoris la obra pasa a dominio público gratuito (pues existe el dominio público pagante, que es otra historia y casi está extinto).

De este modo la oferta de libros, por ejemplo, crecería de manera económica, pues cualquiera, no sólo Google, podría editar, reproducir, regalar, pero también vender, los libros cuyos derechos estén vigentes pero puedan reproducirse con pago. De otro modo el costo de obtener permisos es enorme, pues toda la mediación de derechos de autor está basada en adelantos con tirajes medios de 2000 a 4000 ejemplares. Menos de 1000 ejemplares les parecen ridículos, pues el adelanto se vuelve nada.

Y entonces vemos el problema, es bueno que se pague por editar al autor, pero no es bueno si ese pago impide su publicación, digamos, de ciertas obras por motivo del tiraje. Todos los derechos de autor están pensados para tecnologías industriales, no digitales, mucho menos artesanales. Pues los derechos de autor son un monopolio, implican que alguien puede comerciar con una obra y todos los demás no. Significa ese monopolio que para leer la obra de un autor hay que pagar, así de llano y simple. Y le pagamos a la librería, y al distribuidor, y al editor, y al traductor, y al tipógrafo, y, muchos después, al autor. Así ha funcionado desde hace algunos siglos. Así, con todo, ya no puede funcionar. Y tan no pude puede funcionar que tenemos casos como el de Derrida en castellano, el de Re(paso) de lengua, o, por otro lado, la página del heredero de Cansinos Assens. Y no tendría Carol Shloss necesidad de demandar al heredero de Joyce de nuevo.

Seamos claros, si pudieran muchos patentarían las palabras para cobrar regalías... y muchos autores fantasean con cobrar las citas de sus obras. De los editores y agentes, mejor ni hablamos...

lunes, marzo 30, 2009

Ignora el Colmex peticiones del IFAI

Ignora el Colmex peticiones del IFAI
Acusan a la institución de desacatar dos mandatos


En su respuesta, Javier Garciadiego argumenta que se trata de información privada.

La transparencia de los bienes donados por la Fundación Cultural Lya y Luis Cardoza y Aragón a El Colegio de México tiene confrontados a esta institución académica con el Instituto Federal de Acceso a la Información.
El IFAI, que preside Alonso Lujambio, denunció ante el Órgano Interno de Control del Colmex que la institución ha desacatado dos [792/08 y 3592/07] de sus mandatos para rendir cuentas sobre la donación que dicha fundación y la regularización legal de los bienes recibidos.
Javier Garciadiego, presidente del centro de estudios, manifestó por escrito a Lujambio que no puede dar a conocer estos documentos, porque la donación se hizo al Fondo Patrimonial en Beneficios del Colmex, que tiene el carácter de privado y por tanto no es un sujeto obligado por la Ley Federal de Transparencia.
De acuerdo con el acta de la sesión ACT/17/12/2008, el IFAI notificó al OIC del Colmex los incumplimientos de dicha institución en materia de acceso a la información, solicitando que tomara cartas en el asunto y determinara lo que fuera conducente en materia administrativa.
EL OIC depende del mismo Colegio, no de la Secretaría de la Función Pública, como sucede en la mayoría de las contralorías de la Administración Pública Federal.
Los desacatos también fueron informados por el IFAI al Comité de Información del Colmex y a Garciadiego, quien en una misiva redactada el 4 de diciembre responde que no se harán públicos los documentos.
"Le recuerdo que el Fondo Patrimonial en Beneficio de El Colegio de México es una asociación civil de carácter privado dotada de personalidad jurídica y patrimonio propios. Luego entonces, esta Institución académica no tiene facultades legales para ordenarle a dicha asociación que proporcione la documentación que nos solicita"
"Con respecto al señalamiento de que carece de lógica el que esta institución no cuente con los documentos solicitados, me permito reiterarle que los documentos existen, pero están resguardados en el archivo del Fondo Patrimonial, ya que se refiere a documentación de esa asociación y no de esta institución", le dice Garciadiego a Lujambio.
Para el IFAI, no es la primera vez que el Colmex ha dejado de cumplir con las obligaciones que le impone la Ley Federal de Transparencia.
Uno de esos casos es el recurso 3592/07, donde el IFAI instruyó al Colegio que diera a conocer los documentos sobre la donación que recibió de la Fundación Lya y Luis Cardoza y Aragón, es decir, escritura de bienes inmuebles donados, bienes muebles, inventarios de pinturas y documentos financieros.
El Colmex ha hecho público un informe donde expone que esta documentación consiste en un inmueble en Coyoacán con valor de 8 millones 207 mil pesos, una suma en efectivo de 4 millones 20 mil pesos y una colección de obras de arte valuada en 971 mil pesos.
Pero según el IFAI, el Colegio se ha opuesto a dar a conocer los documentos que sustentan estos datos, desde que el 14 de noviembre de 2007 le ordenaron publicitar la información.


Dejan asesoría oculta
De acuerdo con el IFAI, El Colegio de México se niega a divulgar la asesoría legal que se otorgó al Fondo Patrimonial en Beneficios del Colmex para la regularización y adjudicación del inmueble de Coyoacán donado por la Fundación Lya y Luis Cardoza y Aragón.
Desde el 18 de junio de 2008, el IFAI ordenó al Colegio documentar esas asesorías jurídicas, pero a la fecha no ha cumplido con este mandato.
Por esta razón, el organismo de transparencia acordó en el oficio ACT/17/12/2008.05 "hacer del conocimiento público el incumplimiento de las resoluciones de los recursos de revisión (...) interpuestos en contra de El Colegio de México!.

Abel Barajas
Reforma, sección cultura.
Lunes 30 de marzo de 2009

domingo, marzo 29, 2009

Comentarios anónimos, opacidad y transparencia

No publico comentarios anónimos, así de sencillo. Si alguien quiere decir algo, que lo diga abiertamente, con nombre y apellido. Sólo en una ocasión lo hice, porque era interesante el juego y tenía sospechas de quien hacía el comentario.

Todo por el asunto del Colegio de México y la transparencia. AGGG se muestra escéptica, el comentador anónimo dice que mi respuesta es cursi. Enhoramala. Si el valor de mis argumentos depende de mis intenciones, enhoramala. El Colegio ha declarado inexistencia de documentos existentes, ha clasificado confidenciales documentos públicos y ha negado acceso a información por medio de circunloquios. A ambos, por desgracia, les preocupa el asunto de mis intenciones y de cómo me afecta. Ninguno de los dos me pide documentos, que tengo, para probar mis dichos.

Así pues, como en otros casos, comenzamos a dar vueltas en círculos. Importa la razón por la cual pregunto, no los argumentos ni las pruebas. Es la ventaja que me da la ley, no tengo que demostrar interés jurídico alguno, ni al Colegio ni al IFAI. ¿Por qué a los demás les interesa tanto? No lo sé, ¿será porque es, como dijo algún comunicado del colegio, una agresión externa? Cuando gusten debatir las respuestas del colegio, con gusto lo haré.

lunes, marzo 23, 2009

Opacidad y respuestas

Transcribo las respuestas enviadas a Ana Gabriela González.


¿Cuál es tu relación con El Colegio de México?

Fui gozoso usuario de su biblioteca hace muchos años. La única que tenía obra de Benjamin Lee Whorf en ese entonces o ejemplares de los Cuadernos del viento. Hace algunos años participé como ponente en la mesa final de uno de los encuentros internacionales de traductores, dando las opiniones de un editor. No tengo, a mi entender, ninguna otra.


¿Por qué tanto interés en saber de que va el fondo patrimonial de donaciones y los contratos de Garciadiego y otros directivos?

El tema de los contratos da para muchas páginas. En realidad el colegio se ha dedicado a negar que tenga información sobre el fondo patrimonial. Lina Gryj es la directora de desarrollo patrimonial del fondo, pedí su contrato y me dijeron que no lo tienen. Entonces pedí contrato de otro funcionario, me dijeron que tampoco lo tienen. Como para entender esas respuestas un poco estrañas para mí, pedí los contratos de casi todos los funcionarios. De todos, declararon la inexistencia, es decir, ni siquiera de Garcíadiego tienen contrato alguno, sólo nombramiento. Lo cual, ahora que lo sé, me lleva al asunto del nombramiento de Lina Gryj, quien trabaja ahora en el fondo patrimonial, pero trabajó en el colegio y, pese a ello, dicen no tener documento alguno.

Pero, a fin de cuentas, todo el asunto de los contratos nació de buscar un hilo para allegarme datos sobre el fondo patrimonial.

Ignoraba la existencia del fondo patrimonial. Hace tres años, más o menos, la fundación Lya y Luis Cardoza y Aragón cedió su patrimonio al colegio para que el colegio siguiera otorgando el premio Lya Kostakowsky de ensayo literario, al menos eso decían las notas periodísticas. Pregunté sobre el tema de esa donación y me respondieron que el colegio no fue a quien donaron el patrimonio de la fundación, sino al fondo patrimonial. A partir de ahí, toda ha sido cuesta arriba. ¿Qué donaron? No lo saben. Pero, si la condición para donar fue que otorgaran el premio Lya Kostakowsky, ¿se firmó algún convenio? Me dicen que no. Terminé por pedir el acta constitutiva del fondo patrimonial, me dijeron que no la tenían, y acabo de descubrir que está catalogada en la biblioteca Cosío Villegas¨:

f/378.72
E374f

por si quieres buscarla, pero a mí me dicen que siempre está en préstamo. Lo grave es que declararon inexistencia de esa acta, luego en el recurso de revisión se les impidió declarar de nuevo inexistencia del documento y lo volvieron a hacer. Lujambio, presidente del IFAI, mandó el año pasado una carta para señalar presuntas irregularidades. En las cartas que ya están disponibles, Lujambio dice con claridad que se felicita por la página del fondo patrimonial, pero que siguen sin cumplir con el recurso. ¡Y está en la biblioteca el tan declarado inexistente documento!

El Colegio dice que no tiene relación alguna con el fondo patrimonial, pues es una asociación civil de carácter privado. ¿Cómo entonces, si no tiene nada que ver, tiene sus oficinas en el colegio? ¿Por qué los recibos del fondo patrimonial los firma el director de finanzas del colegio si son independientes? ¿Por qué Garcíadiego preside también la asamblea del fondo patrimonial? En el informe anual de 2007 se dice que firmaron convenio del fondo patrimonial, el colegio y el colegio de posgraduados. Pido el tal convenio y me dicen que no existe. Presento recurso ante el IFAI y el propio IFAI no entiende cómo en un informe anual se afirma existencia y al dar respuesta a una solicitud de información se declara inexistencia. En ese recurso de revisión se dio vista al órgano interno de control para que investigue posible conductas irregulares. Pedí la documentación sobre el derecho al uso del nombre Lya Kostakowsky, tampoco existe dicen ellos. Acaba el IFAI de dar vista también al órgano interno de control, pues ¿cómo puede continuarse otorgando un premio sin permiso?

Pedí boletos de avión y los reservaron como confidenciales, otorgaron acceso después del recurso ante el IFAI. Pedí el expediente de Octavio Paz, quien fue becario, declararon inexistencia.

Es decir, por un lado sigo sin tener acceso a la información del donativo de la fundación Lya y Luis Cardoza y Aragón y, por el otro, me he enfrentado a una vocación sistemática de no dar respuesta y argumentar de cualquier manera.


¿Cuál es tu sospecha sobre las operaciones de este fondo?

Tengo sospechas ignorantes, si puedo decirlo así, porque no tengo datos, de donde nace el problema. Cuando descubrí el fondo patrimonial el último estado financiero en la página del colegio era de 2005. Después de la carta de Lujambio está la información hasta 2008. Excelente, tenemos datos iniciales, pero nada más.

Hace cuatro años el fondo patrimonial prestó 10 millones de pesos al colegio, después se volvió donativo ese préstamo, el problema es que ese dinero fue para gasto corriente. ¿Si tiene subsidio federal, para qué le da más dinero el fondo patrimonial? Grave, porque fue para un programa de estímulos al personal académico. Si te fijas en los informes anuales, el colegio dejó de retener el impuesto sobre la renta a la parte del ingreso por beca de los académicos. Lo hizo casi siete años, hacienda, desde luego, pidió cuentas y, en un caso digno de mejores causas, hacienda le otorgó más presupuesto para pagar esos impuestos. ¿Por qué pagar impuestos de ingresos de trabajadores con dinero público? No lo sé. En el caso de los diputados a todos indigna. ¿Ese dinero del fondo patrimonial fue para pagar salarios de los cuales no se enteró el impuesto sobre la renta? No lo sé todavía, pero me parecería muy grave.

El problema, entonces, es que el dinero del fondo patrimonial pueda usarse en gasto corriente. Viajes, banquetes, estímulos, becas, premios, salarios y bonos, de los cuales el colegio no tiene que informar bajo su argumento de que el fondo patrimonial es privado.


¿En qué te afecta a ti o sientes que afecta a otros la forma de operar de este fondo o de El Colegio de México?

La transparencia es un bien público. En el caso de las universidades, lo es más, debiera serlo. Las universidades deben ser transparentes porque tienen demasiada importancia. Saber de quién reciben dinero, cómo lo gastan, qué hacen con él, cómo lo invierten, más aún, cómo deciden quién ingresa, quién enseña. cómo garantizan objetividad en las evaluaciones, etc. No hay deseo de control, hay deseo de información. La transparencia nos permite asegurar que son autónomas, realmente autónomas. Su misión es demasiado importante como para quedar en manos de ellas mismas, así de sencillo. Sabia o zafiamente, afirma Dan Greenberg, tenemos mucha, demasiada fe en las universidades. Digamos, mandamos a nuestros hijos a estudiar en ellas, le damos cantidades enormes de dinero público y, cada vez más, privado. Confiamos en los médicos que nos curan porque estudiaron en una universidad, confiamos en nuestro abogado o nuestro contador por lo mismo. Suponemos que un funcionario público será mejor si estudió en un lugar de excelencia. Les pedimos que auditen el PREP, que controlen el cumplimiento de acuerdos sobre seguridad, que nos digan si los segundos pisos son seguros, que imaginen nuevas maneras para extraer petróleo, que hagan un diccionario del español usual de México... ¿No debiera el colegio estar a la vanguardia, para señalar rumbos en la cosa pública? Creo que sí, y actúo en consecuencia.

Lo más importante de la nota del universal es que comienza, lentamente, la discusión. Quisiera que el IFAI nunca me diera la razón en mis recursos a las respuestas del colegio, quisiera que no debiera presentar recursos, en el extremo, quisiera no precisar hacer solicitud alguna pues toda la información esté en internet, toda. Más todavía, como señaló Jacqueline Peschard en una audiencia a la que asistí, lo ideal es que no hubiera necesidad de que existiera el IFAI. Por desgracia, la realidad parece el reverso exacto de esos deseos.

No tengo nada contra el colegio, nada contra ninguno de sus funcionarios, nada contra ninguno de sus académicos, nada contra ninguno de sus trabajadores, nada contra ninguno de sus becarios y es lamentable que deba aclararlo.

No tengo relación alguna con Adriana Ortiz, a quien no conozco. Y es doblemente lamentable que deba aclararlo.

No tengo idea, como escribió un furibundo académico del colegio, de lo que es el colegio, ni de cómo se toman las decisiones. Y porque no lo sé, pregunto. Entre más transparentes los procedimientos y los gastos, más confianza podemos tenerle. Lo cual me asegura la repugnancia de ese furibundo académico. Lo que no es lamentable, es patético.

Te dejo, para terminar, datos anecdóticos. A muchas universidades públicas federales les hice la misma pregunta: ¿cuánto gastan en alcohol? El día que hice la solicitud habían transcurrido 285 días del pasado año.

La respuesta del colegio me permitió extraer los siguientes totales:

1015 botellas de vino tinto Costa Pacifico Cabernet Sauvignon
200 botellas de Tequila 7 leguas
182 botellas de vino blanco Costa Pacifico Chardonnay
97 botellas de Cava Freixenet
85 botellas de Whisky Chivas Regal
2 botellas de Vodka
2 Botellas de Brandy

Todas de 750 ml, excepto las de tequila, que son de un litro.

El monto total asciende a: 249,701.62 pesos en 285 días. (día de la solicitud)

Es decir, 1583 botellas, 1237 litros.

El precio promedio por litros es de 201,86

El precio promedio por botella 157,73

4,34 litros por día
5,55 botellas por día

Pemex, en 13 meses (de noviembre de 2006 a diciembre de 2007) gastó un millón 345 mil pesos. También pedí el dato para comparar.

El Institito Mora no compró una sola botella, como tampoco El Colegio de Michoacán.

¿Es legal esa compra? ¿Es realmente necesaria?

Espero tus comentario, feliz de discurrir sobre estos menesteres. Disculparás la extensión, pero todo lo que te comento es apenas el inicio...

Saludos y parabienes

Alfredo

domingo, marzo 22, 2009

El Teeteto el más vendidos en la FIL de Minería

Leí con asombro la noticia en su momento, cito del boletín oficial de la feria:

Los libros más vendidos

El Origen de las Especies, el clásico de Charles Darwin editado por la UNAM fue de los títulos más buscados en la XXX FILPM superando a la novela de ficción Crepúsculo, bajo la firma editorial Alfaguara.

Junto con la obra de Darwin prologada por Juan Comas, los libros del sello universitario Teeteto, de Platón, de la colección Bibliotheca Scriptorvm Graecorvm et Romanorvm Mexicana y La visión de los vencidos de Miguel León Portilla, se posicionaron en el primer lugar de ventas.

Crepúsculo, reciente novela de Stephanie Meyer, se colocó en el segundo puesto a la par de En mi casa también... sale el sol, de Lourdes Rueda y Maite Saavedra, de las editoriales Alfaguara y Patria, respectivamente.

El escritor portugués José Saramago, con El viaje del elefante, ocupó el tercer puesto junto con Francisco Martín Moreno y su novela México Acribillado, ambos títulos de Alfaguara.
[completo]

El error de la "colección" Teeteto viene de la propia UNAM. Los datos me parecieron más bien extraños, por lo cual solicité información vía el portal de transaprencia transparencia de la universidad. Recibí respuesta:


En atención a su solicitud, referencia F3396, hacemos de su conocimiento la información proporcionada por la Facultad de Ingeniería.


La Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, a través del Subdirector de Comercialización, nos proporcionó estimaciones de las cifras solicitadas:



Ejemplares vendidos por la UNAM de los siguientes libros:



1. El Origen de las Especies de Charles Darwin 224


2. Teeteto de Platón, edición de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana 23

3. Visión de los Vencidos 124


A t e n t a m e n t e

“POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU”

Cd. Universitaria, D. F., 20 de marzo de 2009


Hasta aquí la respuesta.

¿23 ejemplares merecen mención como récord de ventas?, ¿no es demasiado grande la distancia entre el primero, 224, y el segundo, 124?, ¿en total, 371, vendieron más que Crepúsculo?

Alguien miente, desde luego. Mejor, o peor, alguien está confundido. ¿Qué necesidad, en verdad, qué necesidad...?

sábado, marzo 21, 2009

Los libros son esenciales para la democracia

Los libros son esenciales para la democracia. No el alfabetismo, aunque es importante. No la lectura, aunque es buena, sino los libros mismos, los volúmenes físicos, reales, en los estantes de la bibliotecas y librerías y hogares, mandan un mensaje por su misma existencia. En un mundo en el cual todo parece efímero, los libros implican permanencia, nos dicen que existen ideas y pensamientos de importancia bastante para tomarnos el trabajo de preservarlos en forma física, la cual es costosa de producir y ocupa espacio. Y un libro, tan pronto existe, no puede eliminarse. El autor que cambia de opinión no puede eliminar la página.

Stephen L. Carter

Books are essential to democracy. Not literacy, although literacy is important. Not reading, although reading is wonderful. But books themselves, the actual physical volumes on the shelves of libraries and stores and homes, send a message through their very existence. In a world in which most things seem ephemeral, books imply permanence: that there exist ideas and thoughts of sufficient weight that they are worth preserving in a physical form that is expensive to produce and takes up space. And a book, once out there, cannot be recalled. The author who changes his mind cannot just take down the page.

[Completo, en inglés]

jueves, marzo 19, 2009

Transparencia presupuestal universitaria

Si alguien desea comparar las páginas de transparencia de las universidad nacionales mejor calificadas y la universidad norteamericana mejor calificada, vean el demo del sistema de la Oregon State University y atestigüen la enorme diferencia.

miércoles, marzo 18, 2009

¿Y ese güey quién es?

Como podrán ver, hay un personaje (Alfredo Herrera Patiño) que sobresale sin duda en las solicitudes de información, preguntando de todo [...] no sé bien quién sea este señor, si alguien lo sabe, por favor dígame. [completo]

A mí también, harto interesante añadirlo a mis saberes :)

De vez en vez sale a la luz mi nombre en cuanto a solicitudes de información, que no parezco tener segundas intenciones aviesas, que si soy deshonesto, que si quién es ese señor, y menciono las impresas, imaginemos los comentarios en privado...

El paso de solicitante a sospechoso es automático para muchas personas.

Por cierto, en el blog de AGGG aparezco de frente cachetón...

sábado, marzo 14, 2009

Patentes viejas y nuevas

He descubierto Google patents, una maravilla para encontrar información sobre procedimientos obsoletos de encuadernación y de máquinas antiguas para refinar, perforar, alinear y demás menesteres por hacer en los pliegos de los libros.

Encontré lectores de libros electrónicos bastante antiguos, si se me permite, y extraños y maravillosos inventos del mundo del libro, tanto de su hechura como de su lectura. Consigno las imágenes. Los lectores de libros electrónicos son de los noventa, uno de 2002, los porta libros, atriles y demás de fines del XIX. Las máquinas tipográficas de inicios del XX y fines del XIX. Las patentes sobre encuadernación, de fines del XIX. El último es un estuche para proteger a los libros del fuego. El nombre de cada archivo es el número de patente más el año, si quieren buscar las patentes originales.































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