sábado, diciembre 13, 2008

De ebay a Christies en 81 días

Claro, la nota casi siempre es el precio. En ebay se puso a subasta una primera edición del útlimo viaje al pacífico del Capitan Cook y tuvo un precio final de 2,322 dólares. 81 días después, ese mismo ejemplar se vendió en Christies por 52,500 dólares. Una ganacia de poco más de 2260% [nota completa de American Exchange]

Lo interesante, en verdad, son los caminos de venta. Toda la industria editorial, nueva, vieja, anticuaria, electrónica, virtual, real o fantástica depende de los caminos de venta, de los lugares donde se venden los libros, y toda la reflexión debiera rondar esos lugares. Porque la forma en la cual un libro, en cualquier formato o sustrato, logra llegar del editor al lector, es todo el asunto de la distribución, lo cual significa, en puridad, toda la existencia de la industria editorial. Mejor, los caminos que siguen los libros para llegar al lector. Una parte, de cierto, es comercial, otra es, no tanto gratuita cuanto asistencial, por usar el término en boga. Hablo, desde luego, de las bibliotecas, pero también de los subsidios para libros que se le otorgan a los académicos, por ejemplo. O los libros que regala la SEP a todos los maestros. Y, desde luego, las bibliotecas escolares. O, ahora, los libros que toda vivienda nueva de interés social debe tener, según propuso FDH. El problema es que esos libros asistenciales parecen matar a la industria editorial, pues se precisa más lugares donde vender los libros, no más libros vendidos al gobierno.

En México cada día estamos peor en ese sentido, y con las crisis imagino que todo empeorará.

Cuando pensamos en las editoriales pequeñas, salta a la vista el problema de la distribución. Cuando pensamos en las editoriales medianas, salta a la vista el problema de la distribución. Cuando pensamos en las editoriales grandes, salta a la vista el problema de la distribución. ¿Más claro? En rigor, los mercados están desatendidos porque implica una inversión enorme que nadie tiene y, por lo que se ve, nadie tendrá. Y una logística imposible de lograr con las prácticas actuales, donde para los grandes 15 días es un término más que aceptable para entregar un pedido e inventario 100% exacto significa +/- 5% de error. Si el modelo sigue siendo vender mucho de unos cuantos, la industria editorial desaparecerá y dará paso a quién sabe qué. Hasta ahora la tecnología no ha mejorado la distribución. Los libreros no tienen más surtido, las editoriales no entregan más rápido, los lectores no tienen mejor acceso. Sólo Amazon, B&N, Alibris, han hecho avances interesantes. Todas las demás librería tienen casi nada, si las comparamos con esas redes. Agapea ha sido un proyecto interesante que, al menos en el caso de México, todavía no logra asentarse, pues tardan meses en entregar. ¿Envíos asistidos por computadora? Creo que la solución, tener una gran bodega digital administrada, mantenida y mejorada por quienes sepan de asuntos informáticos y editoriales con representantes de inicio por país y después por ciudad para imprimir bajo pedido, por demanada o bajo demanda, como quiera llamarse. Y un acceso total. Amazon, por seguir con el ejemplo, permite comprar de todos los catálogos disponibles en el medio anglosajón, así de sencillo. Pronto será más fácil solicitar un libro a Amazon que a una librería en México, y con un poco de logística será bastante barato.





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