Primero las goteras en la bibliotecota con explicaciones por demás extrañas: no podemos impermeabilizar porque está lloviendo. ¿Por qué no lo hicieron antes? Las prisas, imagino.
Ayer día, más bien noche, cayeron varios plafones de la librería Rosario Castellanos y varias cascadas se formaron por encima de los libros. Pero, dicen, no hay problema. Cuando más el 5% de los libros se dañó. Cierto periódico la llama biblioteca. Cada ciertos años el granizo hace su aparición enorme en la ciudad y tira algunos techos y plafones, e inunda muchas calles.
[Nota, otra, otra y otra más]
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