sábado, septiembre 02, 2006

Adiós al precio único

El presidente Fox, el día límite para hacer observaciones de acuerdo a los días legislativos, días en los cuales el congreso está en periodo de sesiones, hizo la obervación, más o menos anunciada por la Comisión de Competencia Económica, de que el precio único en los libros significa, según su docta economía, un monopolio. Todos los demás artículos de la ley le gustaron que da pavor, según se desprende de la observación, pero ya en el estribo, prefiere no promulgarla y la regresa a la discusión legislativa, con nueva cámara más preocupada por sobrevivirse a sí misma y tener presidente electo y de posesión tomado que otra cosa.

En fin, demos vuelta a la página con buenos editores y comencemos de nuevo. Con todo y que el secretario de educación pública apoyó la ley, de facto no hizo efectiva la anterior. Seguimos, pues, con una ley que no se aplica y una nueva a la cual le comenzarán a dar su hojalateada y restirada. Quedará presentable, pero harto menos atractiva. Deja Fox la bibliotecota y las bibliotecas escolares y de aula. No es poco. Tampoco mucho...

En cuanto a la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, el presidente sólo expresa reservas respecto del esquema del precio único de los libros, por considerar que al suprimirse la libre competencia y los incentivos a la reducción de costos de distribución, los consumidores podrían verse impedidos de tener acceso a menores precios. [Nota completa]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"los consumidores podrían verse impedidos de tener acceso a menores precios"
Claro, a precio único no hay forma de encontrar menores precios. ¡Brillante! Cómo no me había dado cuenta de eso antes.

Yo tenía la esperanza de que la ley pasara por debajo del agua, distraido Fox como está en otras cosas, pero no se me hizo. Y con eso se va la oportunidad de decir que Fox hizo aunque sea una cosa bien en su gobierno...

Bueno, menores precios, menos liberías, menos títulos, menos lectores...

Supongo que no lo dejaron leer su informe y ahora no quiere que nadie lea nada...

Bueno, mucho coraje, pero tienes razón, hay que dar vuelta a la página y comenzar de nuevo.

Alfredo Herrera Patiño dijo...

Creo que Fox temió le reclamaran no hacerle caso a la observación de la comisión de competencia, pues con la ley televisa no hizo caso a la secretaría de economía. El sexenio fue eso, reacciones tardían sobre hechos inconexos.

Los defensores, también, tienen lo suyo de culpa. Han tratado a los objetores como tontos, pues creen, como casi todo mundo en el país, que no entienden, cuando en realidad no están de acuerdo. El problema es que intentan demostrar que no hay monopolio, cuando de hecho lo hay, pero es benéfico. Lo raro de la ley del libro es que propone una medida antieconómica, en términos de la libre empresa, que tiene efectos benéficos a nivel económico, por la característica de los libros y su venta.

Al tiempo. Las cámaras no están para precios únicos ahora.

Saludos y parabienes

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