No lea poesía.
No podrá entenderla, lo mejor está más allá de sus entendederas.
Y no tiene comerciales para aligerarla.
Además, terminará con dolor de cabeza al intentar descifrar lo que dicen los poemas pues no están diciendo NADA.
¿Quién quiere eso?
Váyase al cine.
Charles Bernstein, en su propuesta del mes internacional contra la poesía, en respuesta al mes internacional de la poesía.
Claro, además todos los versos en lugares públicos deberán cubrirse. No habrá nada de poesía en radio ni en televisión, los padres no le cantarán nanas ni arrullos a los niños. Las instituciones religiosas no leerán verso alguno, sólo prosa. Nadie cantará en las iglesias. Las lecturas de poesía deberán sustituirse por lecturas de autoayuda. Las cartas de amor sólo tendrán párrafos expositorios. El baseball no iniciará hasta el verano. Ninguna canción sonará ni en radio ni en televisión. Los niños no podrán jugar mas que turista y futbol e incluso se pospondrán las puestas en escena de Cats...
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