Dale las lilas a las niñas ejemplificaba la entrada cacofonía del antiguo diccionario de la real academia de la lengua. Y siempre recuerdo esa frase cuando las jacarandas están en flor y llenan las calles con su tapiz puntilloso.
Recorro en la mañana las calles que he habitado desde siempre, y sonrío ante el espectáculo de las jacarandas:
dale las lilas a las niñas
pienso, para mí, dichoso... y adicto, desde siempre, también, a la cacofonía.
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