Sobre el arte de editar e incurrir dichoso en las erratas, entre otros menesteres de los libros, su gozo, su hechura y algunos ensayos sobre variopintos temas.
Históricamente la industria editorial ha tendido a la comercialización, ha buscado afanosamente al mercado a través de productos como la novela, que volvió “real un público que era sólo potencial, y que existía sólo bajo la piel del mundo”. [más]
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