La fama es efímera, aunque a juicio de Samuel Beckett, no lo bastante. Si la mayoría de los escritores se sienten condenados a la obscuridad, a Beckett le sucedía lo contrario. Estaba, en sus propias palabras, "condenado a la fama". [más]
¿Cuántos, ahora, se sentirían condenados a la fama?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario