Los libros no se reproducen ni sexual ni asexualmente. Los libros se imprimen y la única razón por la cual hay demasiados libros en una bodega es haber impreso más de los necesarios. ¿Necesarios para qué? Para su desplazamiento, es decir, para su venta y obsequio. Muchos editores obsequian libros, otros prefieren no hacerlo. La utilidad de obsequiar libros como método de promoción es mas que dudosa, pero muchos siguen haciéndolo. El intercambio no es tan común, aunque debiera quizás serlo. El ideal es llegar a tener en bodega no más de lo que se desplazará en año y medio, 18 meses. Con la impresión digital que permite tirajes cortos se vuelve posible.
Pero seamos honestos, los editores culpamos al mercado de nuestras bodegas, no a nuestra mala planeación.
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