¿Cuándo comenzó a preocupar tanto el mercado a los poetas?
Hay quienes buscan desesperada y desesperanzadamente insertarse, como se dice en estos casos, en él. Quieren vender, pues. Se propone ahora, como novedad, la idea de que hay más productores que consumidores, como si nadie recordara al preciso Fernán González de Eslava, quien docto afirmó que en estos lares (aunque podría haber omitido la geográfica referencia) hay más poetas que estiércol. El asunto no es nuevo, y en el mercado no está la solución. Por necesidad la poesía está fuera del mercado, pues no puede consumirse. No tiene valor de cambio, pues. Y vivimos la peor pesadilla, equiparan los mismos poetas la fama con la calidad, las ventas con la importancia, los tirajes con la incidencia.
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