La prueba de Türing (test, le dicen muchos) sirve de cedazo: separa los animales [humanos] de las máquinas. Como por la red hay más bichos [programas] que animales, ensaya distinguirlos para eliminar la comunicación indeseable [spam]. Captcha le llaman a esa particular versión de la prueba. Google la hace cuando alguien le pide ver varios libros a la vez. ¿No podrían poner a leer sus libros digitalizados para ver lo que no logras descifrar? A veces leer sus libros es imposible.
Algunos páginas son lugares solitarios. Nadie parece haber posado sus ojos en ellas.
Años después, no muchos, pero algunos años después, regresé a la bilbioteca de la universidad donde estudié [no lleva nacional de apellido, por cierto] y quien pulsa estas teclas es el último lector en pedir en préstamo las obras del grande Pierce. La certeza, con todo, de que existen los gordos tomos de Pierce en ese lugar es importante, muy importante.
Google quiere vender publicidad y lo hace de modo nuevo, interesante, propicio en ocasiones. Pero su misión es hacer dinero por medio de la venta de publicidad. Esa página es un pequeño error que no le importa encontrar. La calidad de la digitalización no es su prioridad.
¿Por qué no digitalizan en serio las bibliotecas sus propios fondos? Nunca, antes, nadie se había preocupado por la duplicidad. Ninguna biblioteca deja de comprar un libro porque otra biblioteca lo tenga.
Y, al parecer, la misión de una biblioteca pública es poner a disposición de la mayor cantidad de lectores los libros que alberga. Nada más, y nada menos.
Animales quienes leeremos los libros, no bichos. Si no es para que leamos los libros, ¿para qué digitalizan? ¿Sólo para vender...?
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