En edición diferente los libros dicen cosa distinta, dice Andrés Trapiello que dice Juan Ramón Jiménez. Leo en el suplemento de este sábado de ABC reseñas y probada del libro Imprenta moderna. Tipografía y literatura en España, 1874-2005, Compugráfic Editors. Imagino que deberé pedírselo a algún amigo que pronto irá por aquellos lares, pues difícilmente lo importarán a México. Cuánto bueno, y cuánto malo, también, los transterrados dieron a la industria editorial mexicana. Espero que este libro hable de lo bueno, ya Gerardo Deniz habló de lo malo. Jesús Marchamalo nos dice en su cometario: No se sabe por qué razón hay tantos libros mal hechos y feos, cuando cuesta el mismo trabajo y por lo general no más dinero hacerlos bien y bonitos. Podríamos citar de nuevo el ramonísimo comentario de las corbatas feas, pero es más sencillo de lo que parece: hacer una obra de arte extraordinaria cuesta lo mismo, bien visto, que hacer un mazacote, todo depende del gusto y la destreza. Cito a Trapiello: en España la mayor parte de sus libros fundamentales en el último siglo se han editado fea y pobremente, y los hemos leído en ediciones corrientes, cuando no andrajosas, lo cual dice mucho del país, de nuestra literatura y de nosotros mismos.
Abelardo Linares, grande editor, recuerda el caso de José María Carretero, autor de best sellers y periodista de entreguerras, cito: ...pese a su popularidad y muchas ventas, nunca llegó a tener vitrola literaria ni obtuvo una sola reseña, pongo por caso, en Revista de Occidente. En nuestro presente, sus novelas (las de alguien con su éxito y su calidad de escritura) no sólo serían llevadas al cine, también abrirían los suplementos literarios y a él le lllamaría a la Real Academia e incluso el Ministerio de Cultura le pasearía por todas las Ferias del Libro de Hispanoamérica. ¿Pérez Reverte?
Se edita mal, se edita sin gusto y se edita sin sentido. Interesan las ventas, y tanto interesan que son capaces de sacrificar la mediocridad, y publicar algunos libros bueno, si se venden.
Un libro como el de Trapiello merece, tan sólo la noticia de su aparición, nuestra esperanza.
El libro de Trapiello no lo edita Compugrafic, sino Campgràfic. De nada. Era obligada una errata, por lo monos.
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