miércoles, julio 15, 2009

Hurto menor

Sin más algunos varios ladrones entraron a la mía casa y se llevaron mi computadora y todos mis devedés. Lamento todo lo mucho que tenía la computadora. Archivos, datos, apuntes, direcciones, teléfonos, cartas intercambiadas. Y mucha música. Y muchos libros electrónicos. Y muchos libros formados. Mucho no podré recuperarlo y su valor no linda con lo monetario. Imagino escenas imposibles:
¿Qué fue lo más valioso?, pregunta el agente. El teléfono de La Caireles, alias La hija del embalsamador. El correo de La Iluminada, las cartas de La Serenísima... Y todavía no empiezo a detallarle...

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